Puerto Lápice se encuentra situado entre la Sierra Calderina y las estribaciones de los Montes de Toledo y es un buen punto de partida para adentrarnos en las tierras de Don Quijote y en la ruta que lleva su nombre.

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Las sierras que rodean al pueblo reciben nombres como Tesorillo, Fuente de la Zorra, Sierrecilla (los Molinos), Calbacero, San Isidro o Los Furieles.

Desde lo alto de la Sierrecilla se divisa al sur la amplia meseta manchega que abarca Las Tablas de Daimiel hasta perfilarse en el horizonte las elevaciones de Sierra Morena.

Por el oeste, de nuevo La Mancha y su mar de vides y olivos a los pies de las altas sierras de Herencia. En la parte Norte, Madridejos y Consuegra comienzan a cerrar el paso natural; y al este, las majestuosas sierras que conducen a Urda.

En esta última zona se puede disfrutar de la vegetación propia de monte bajo, chaparros, retamas, romeros, tomillos o lavandas. Así como, de gran variedad de fauna, ya que se trata de sierras muy cerradas y aptas para la caza de liebres, conejos, jabalíes, venados y corzos.

Igualmente es preciso subrayar que aunque La Mancha es en su superficie seca, bajo estas tierras se encuentran grandes reservas de agua (los denominados acuíferos 23 y 24). Además, hasta mediados del siglo pasado, las mujeres del Puerto acudían a lavar la ropa a los arroyos próximos, donde luego la tendían sobre matorrales de romero u otras plantas aromáticas para que tomasen su olor.